Narrativa de marca: construir un relato coherente que potencie la estrategia
No todas las marcas cuentan una historia. Pero todas la proyectan. Tu marca ya está diciendo algo. Con su logo, con sus colores, con sus contenidos, con la forma en que responde los mensajes o fija precios. Incluso cuando no habla, comunica. La narrativa de marca es el marco que da sentido a todo eso. Es el relato estratégico que articula qué dice una marca, por qué lo dice y cómo eso refuerza su posicionamiento. No se trata de inventar un cuento. Se trata de construir coherencia.
¿Qué es la narrativa de marca (y qué no)?
No es una historia puntual. No es un video emotivo. No es un manifiesto con frases ostentosas.
La narrativa de marca es el sistema de sentido que conecta:
- La razón de ser de la marca
- La misión
- Su propuesta de valor
- Sus valores
- La forma de expresarse y comportarse
En términos simples: es la historia que una marca construye sobre sí misma para que el mundo entienda por qué existe, qué la hace distinta y por qué debería importarnos.
¿Y qué NO es narrativa de marca?
Para evitar confusiones frecuentes, conviene diferenciarla de otros conceptos cercanos:
- Voz de marca: es el estilo verbal con el que esa narrativa se expresa. Constante, reconocible, alineado a la personalidad.
- Tono de marca: es la modulación de esa voz según el contexto o el canal (más empático, más formal, más entusiasta, etc.).
- Storytelling: son las historias específicas que se cuentan (una campaña, un caso, una pieza creativa). No reemplazan a la narrativa; la desarrollan.
Las marcas fuertes piensan como narradoras
Una marca sin narrativa es una sumatoria de acciones sueltas. Una con narrativa, en cambio, logra que cada decisión refuerce su historia. Esto genera:
- Coherencia interna: el equipo entiende el “para qué” de lo que hace.
- Conexión emocional: el público se identifica con el relato.
- Memorabilidad: una historia bien contada se recuerda, una promoción aislada no.
- Dirección estratégica: todo comunica en la misma línea.
Por eso, las marcas con narrativa clara suelen ser más consistentes, más reconocibles y más respetadas.
Elementos clave de una narrativa de marca
1. El origen (pero no cualquier origen)
Contar cómo nació la marca solo tiene sentido si conecta con su propósito actual. El “por qué empezamos” debería ser la semilla del “por qué seguimos”.
Evitar: historias de origen vacías del tipo “un día vimos una oportunidad y nos lanzamos”. No dicen nada.
Funciona: relatos con tensión, conflicto, decisión. Algo que revele carácter y valores.
2. El protagonista
Toda narrativa necesita un personaje central. Puede ser:
- La marca misma (consciente de su rol transformador)
- El fundador (si es una figura válida y estratégica)
- El cliente (como héroe de su propia historia)
Lo importante es elegir un foco narrativo claro. Una marca que no sabe quién es el protagonista termina hablando de todo y de nada.
3. El conflicto
Sin conflicto no hay narrativa. Una marca que no se posiciona frente a un problema no tiene razón de ser.
Ese conflicto puede ser:
- Cultural (cuestionar una forma dominante de hacer las cosas)
- Sectorial (resolver un dolor específico del mercado)
- Personal (mejorar la vida de quien elige la marca)
La narrativa eficaz muestra por qué el mundo necesita esa marca y cómo actúa para transformarlo.
4. El tono y la voz
La narrativa no se escribe sola. Se expresa a través de la voz de marca y se modula con el tono. Sin una voz definida, la narrativa se vuelve ambigua o impostada. (Sobre esto profundizamos en la cápsula siguiente).
5. La evolución
Una buena narrativa está viva. Se adapta, crece, se complejiza. No se trata de repetir un eslogan hasta el hartazgo, sino de desarrollar variaciones sobre el mismo eje.
Ejemplo: Patagonia, la marca de ropa outdoor, comenzó con una narrativa centrada en el deporte y el outdoor responsable. Hoy esa historia se expandió hacia el activismo ambiental, sin perder coherencia.
Narrativa no es storytelling. Es la estructura que lo habilita.
Otra confusión habitual: creer que narrativa de marca es lo mismo que storytelling. No. El storytelling son las piezas que contamos (una campaña, un video, un testimonio). La narrativa es el andamiaje que da coherencia a todas esas historias.
Pensalo así:
- La narrativa es el mapa.
- El storytelling son los caminos que recorrés para mostrar ese territorio.
Si cada pieza de comunicación cuenta una historia distinta, pero no se relacionan entre sí ni con una identidad mayor, no hay narrativa: hay ruido.
Cómo desarrollar una narrativa de marca propia
- Revisitá el propósito: ¿Por qué existe esta marca, más allá de ganar dinero?
- Identificá el conflicto: ¿Qué problema cultural, sectorial o personal viene a desafiar?
- Definí valores y personalidad: ¿Qué la hace distinta? ¿Cómo se comporta?
- Elegí un punto de vista: ¿Quién narra la historia y desde dónde?
- Buscá coherencia en todos los puntos de contacto: desde la bio de Instagram hasta el onboarding de usuarios.
Una narrativa poderosa no necesita decorarse. Necesita ser consistente, valiente y relevante.
Contar para significar
La narrativa de marca es una herramienta de posicionamiento, una forma de dotar de sentido a cada acción, cada mensaje, cada decisión.
Las marcas que no saben lo que están contando, terminan contando cualquier cosa.
Referencias
- Fog, K., Budtz, C., Munch, P., & Blanchette, S. (2010). Storytelling: Branding in Practice. Springer.
- Herskovitz, S. & Crystal, M. (2010). “The essential brand persona: storytelling and branding”. Journal of Business Strategy.
- Holt, D. (2004). How Brands Become Icons. Harvard Business Press.
Por Lisandro Iserte