Storytelling de marca: el arte de contar historias que conectan
Una historia bien contada vale más que cien claims. No porque emocione, sino porque ordena, refleja propósito y crea identificación. El storytelling no es una técnica para manipular emociones ni para viralizar posteos con música épica. Es una herramienta estratégica para hacer tangible la narrativa de marca, expresándola con voz propia y tono adecuado.
Qué es el storytelling de marca
El storytelling es el uso deliberado de historias para comunicar valores, propuestas, aprendizajes o puntos de vista. Una historia tiene estructura, tiene conflicto, tiene transformación. No es cualquier anécdota. Tampoco es un dato maquillado con adjetivos. Y mucho menos un “caso de éxito”.
Un buen storytelling responde a una narrativa mayor. Es expresión pura.
Por qué funciona (cuando se hace bien)
- Activa la empatía: la gente se identifica más con personas que con promesas.
- Facilita la comprensión: una historia ordena el caos de la información.
- Genera recuerdo: la emoción (bien usada) graba mejor el mensaje.
- Humaniza la marca: muestra motivaciones, decisiones, consecuencias.
Pero cuidado: no es lo mismo emocionar que manipular. Un storytelling vacío, exagerado o forzado genera rechazo. Si parece publicidad, deja de ser historia.
Tipos de historias que puede contar una marca
El origen (con conflicto, no con nostalgia)
Contar cómo empezó todo es útil solo si revela algo del presente. El origen debe mostrar una decisión valiente, un problema enfrentado, un valor en acción. No alcanza con “todo comenzó en un garaje”.
El cliente como protagonista (sin convertirlo en testimonial vacío)
Una historia donde el cliente logra algo gracias a la marca solo funciona si se centra en él: sus dudas, sus errores, su transformación. No si parece una publicidad disfrazada.
El producto en acción (con consecuencias reales)
En lugar de enumerar beneficios, mostrá qué cambia en la vida de alguien cuando usa el producto. Qué problema resuelve. Qué evita. Qué permite. La historia es lo que pasa gracias al producto, no el producto en sí.
El equipo detrás (si aporta humanidad)
A veces contar cómo trabaja el equipo revela valores reales: compromiso, creatividad, ética. Pero debe evitar caer en el típico “somos una gran familia que ama lo que hace”. Eso no cuenta nada.
El posicionamiento como relato cultural
Las marcas con causas o puntos de vista fuertes pueden contar historias que expresen su postura frente a temas culturales, sociales o económicos. Si hay sustancia y coherencia, ese relato puede ser poderoso.
Principios para un buen storytelling de marca
- Mostrá, no expliques: narrá acciones, no intenciones.
- Elegí una voz clara: que suene a marca, no a publicidad genérica.
- Dosificá el dramatismo: mejor una emoción real que una exageración forzada.
- Cuidá la estructura: inicio con tensión, desarrollo con decisiones, cierre con consecuencia.
- Usá personas, no slogans: que la historia tenga protagonistas con nombre, no frases motivacionales.
Sin narrativa no hay storytelling que aguante
Muchas marcas fallan al contar historias porque no tienen una narrativa clara que las sostenga. El storytelling no reemplaza la estrategia: la ejecuta. Si cada historia suena distinta, contradice a la anterior o no refuerza ningún eje, lo que hay no es una marca: es una colección de ocurrencias.
Contar mejor para significar más
Una buena historia no es la que emociona. Es la que hace visible algo que importa. Cuando una marca cuenta bien lo que vive, lo que elige, lo que desafía o lo que cambia, deja de vender productos para empezar a construir sentido.
Referencias
- Fog, K., Budtz, C., Munch, P., & Blanchette, S. (2010). Storytelling: Branding in Practice. Springer.
- Salmon, C. (2008). Storytelling: La máquina de fabricar historias y formatear las mentes. Península.
- Gladwell, M. (2006). The Storytelling Animal. Penguin.
Por Lisandro Iserte